01 d’abril 2009

EL CAFÈ DEL DIA

Wola a toton!
He rebut un comentari de l’encarna, llarg i bonic, i que m’agradaria que el poguessiu gaudir tots. De manera que el penjo aquí per tots. I jo aprofito per penjar la cançò sencera del J.M.Serrat, magnífica i que transmet les ganes d’anar per la vida amb un somriure constant, perfecte pels dies que un té ganes de cridar d’alegria i que està bé, tant bé. Per que de tant en tant la vida ens fa un petó a la boca.

De vez en cuando la vida
J.M.Serrat


I aquí us deixo l’escrit de l’Encarna

En brazos de la mujer madura
De vez en cuando la vida
toma conmigo café
y está tan bonita que
da gusto verla.
Se suelta el pelo y me invita
a salir con ella a escena.
(Joan Manuel Serrat)

Contemplar tu cuerpo desnudo junto al mío, a las tantas de la madrugada, hacer una pausa en el vendaval de emociones que nos sacude, mirarte fijamente a los ojos, se me hace extraño. Sentir tu calor, la fragancia de tu piel, devorar tu boca mientras tú devoras la mía, temblar al ritmo de tus jadeos, descubrir la flor de tu secreto, me pone en un apuro, querida mía.

Yo, el acomplejado, el prejuicioso, el incomprendido, el niño empanado diana de todas las ofensas, estoy aquí a tu lado, libre de las ataduras del pasado, comenzando a vivir, cómo quién dice. Me pellizco, por si acaso, notando el ligero dolor, sintiendo la realidad en mis tiernas carnes. No es un sueño, desengáñate, no puedes escaparte por ahí...

Vuelvo a tus brazos, a desplomarme en tu regazo, muñeca. Vuelvo a admirar tu fisonomía, la espléndida figura que me cautivó, la figura que entretiene mis pensamientos. La fuerza irreparable de mi virilidad naufraga frente a tu poderío, mujer, salvaje y pacífica mujer.

Entiendo que lo nuestro, esta historia que tejemos día a día, noche a noche, no es una empresa fácil. Lo sabíamos de antemano, la sociedad está contra nosotros. La hipócrita sociedad judeo-cristiana, que abandonó a Cristo en una cuneta y lo sustituyó por el Dinero, conspirará siempre contra nuestra felicidad. Recién empieza el gran combate.

La edad nos separa, el amor nos une. Sí, el amor, el afecto inexplicable entre un hombre y una mujer, la palabra que tanto temen mis coetáneos, esclavos de sus silencios y de sus cobardías. Al aquí presente no le da miedo esa palabra, gracias a Dios. Existen otras cosas más dignas de ser temidas.

Tu primer proyecto vital fracasó, yo todavía ando confuso, huérfano de proyectos, ávido de experiencias, necesitado de cariño. En ti encuentro la paz que había buscado en otras mujeres, con escaso éxito. En ti, reposa el guerrero encerrado dentro de las fronteras de mi debilidad. De ti, recibo lo anhelado, lo nunca tenido, un pedacito de cielo, nada más que eso.
Y nada menos.
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